La Coronilla a la Divina Misericordia
[Cantada]
El día 13 de Septiembre de 1935, Santa Faustina tuvo una visión. En ella vió un Ángel, ejecutor de la venganza divina. En sus manos tenía relámpagos y rayos. Viendo esta señal de la ira de Dios que debía herir la tierra, más específicamente en determinada parte, Santa Faustina empezó a pedir al Ángel que tuviera piedad, a pesar de que comprendía que en presencia de la ira de Dios su oración no podía tener eficacia... Entonces vió a la Santísima Trinidad en el resplandor de su incomprensible Santidad.
En el mismo instante, la humilde religiosa experiemntó dentro de sí las palabras con las cuales, con fuerza insólita, empezó a implorar socorro por el mundo. ¡Oh prodigio! Ante aquella oración el Ángel se sintió desarmado y no pudo cumplir ya su obra de justo castigo...
He aquí las palabras con las cuales se había dirigido a Dios: "Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amado Hijo y Señor Nuestro, Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los de todo el mundo. Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero...".