En Navidad, la soledad del hombre se llenó de paz
San Luis, 28 Dic. 10 (AICA).- El obispo de San Luis, monseñor Jorge Luis Lona, aseguró que “el mundo y la vida humana cambiaron hace dos mil años por la revelación del amor de Dios en Belén. La soledad angustiada del ser humano quedó llena de una paz y una alegría venidas del Cielo”.
“Hoy vuelve con fuerza la amenaza de la soledad terrible del hombre sin Dios, solo y prisionero del egoísmo y la soberbia. Es el rechazo absurdo del amor, y la búsqueda insaciable del placer sin sentido, del tener sin sentido, y del poder que intenta imponerse a Dios”, advirtió.
El prelado lamentó que “el Niño de Belén es olvidado y despreciado”, y que “se intenta hacernos vivir una Navidad sin Dios, como pura fiesta pagana, de ruido y aturdimiento”.
Sin embargo, recordó que “el Niño Dios y su Madre Santísima, desde la pobreza y la indefensión del pesebre, nos llaman con amor poderoso y tierno. Llaman a todos los corazones, quieren aliviar todo desconsuelo, quieren regalarnos la paz y la alegría de la Navidad”.
“No nos dejemos engañar por las falsas alegrías que esconden tristeza. Abramos el corazón a la verdadera alegría, a esa alegría que sintieron los pastores cuando oyeron elevarse el coro de los ángeles en Belén: ‘Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombre que ama el Señor’ ”, concluyó.
Saludo del obispo coadjutor
Por su parte, el obispo coadjutor de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez, saludó a la feligresía local e impartió su “bendición especialmente para los enfermos, abuelos y niños”.
“Que el Niño Jesús conceda la paz a sus hogares y que la Virgen Inmaculada los proteja”, pidió.
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